D urante la fecundación puede aparecer una alteración a nivel del tejido que se encarga de dar origen a la placenta, provocando una evolución anormal y en consecuencia su crecimiento exagerado y descontrolado.
El embarazo molar (mola hidatiforme o mola vesicular) forma parte de una entidad conocida como enfermedad trofoblástica gestacional, siendo la mola la forma más benigna. Es una enfermedad localizada en el útero, que normalmente se resuelve con la evacuación uterina y, en principio, no se debe considerar ni invasiva, ni neoplásica, ni maligna.
Es más frecuente en pacientes que se quedan embarazadas en edades extremas (menores de 20 años y mayores de 40) con una frecuencia que varía mucho.
Es más frecuente en países orientales, habiendo un embarazo molar por cada 120-400 embarazos, en cambio en occidente la incidencia pude ser de uno por cada 1.000-2.000 embarazos.
A continuación veremos tres puntos esenciales para su diagnóstico: síntomas, ecografía y niveles de Beta HCG.
Las molas completas son asintomáticas en el 40% de los casos. Lo más frecuente es que la mola se detecte ante una sospecha de aborto espontáneo en el primer trimestre, con sangrado y dolor pélvico, ya que los signos clínicos (sangardo, vómitos, etc.) de la mola parcial son raros. Una mola suele detectarse histológicamente tras el análisis del material de aspiración de un supuesto aborto espontáneo.
Entre los síntomas podemos encontrar:
Los signos clínicos del segundo trimestre se han vuelto menos frecuentes gracias al diagnóstico de la mola en etapas tempranas.
La ecografía es de gran utilidad ya que aporta información sobre el contenido urinario, el aspecto de los ovarios y la observación de una posible invasión miometrial. A continuación enumeramos de manera más específica, la información que nos puede aportar la ecografía para la detección del embarazo molar:
La determinación de los niveles de Beta HCG o la hormona del embarazo, se puede efectuar en sangre y en orina. En el embarazo normal, sus valores aumentan progresivamente hasta alcanzar las 100.000 mUI/ml en la semana 12, para después ir descendiendo. En cambio en el embarazo molar sus valores se encuentran muy elevados, aunque su curva siempre debe compararse con la obtenida en el embarazo normal, para la misma edad gestacional, laboratorio y método.
Leer más:
-Embarazo molar (Progresos de Obstetricia y Ginecología – Protocolo SEGO) – Elsevier
– Mola Hidatiforme – University of Maryland Medical Center
-Mola Hidatiforme – MedlinePlus