E mbarazo y ejercicio es un motivo de consulta prenatal frecuente. Si todo transcurre sin problemas y sin contraindicaciones médicas, el ejercicio físico personalizado, combinando a un programa de acondicionamiento neuromuscular y cardiovascular, resulta altamente recomendado.
Durante décadas el tema de Embarazo y Ejercicio ha generado muchos debates y controversias, sin embargo hoy en día la gran mayoría de sociedades médicas así como los estudios de investigación apoyan y recomiendan el ejercicio durante el embarazo, siempre y cuando sea supervisado por tu médico y personal de salud con el entrenamiento y conocimientos adecuados.
No es igual una deportista de élite, que quizás puede mantener una rutina de entrenamiento muy por encima de aquella indicada en pacientes sedentarias, o poco habituadas al ejercicio físico antes del embarazo.
(Noticia: Cuánto ejercicio debo hacer si estoy embarazada)
No existe una norma exclusiva para todas las pacientes, la rutina de ejercicios debe ser individualizada y adaptarse siempre al perfil específico de cada embarazada.
Un estudio de la Universidad de Córdoba sobre la prescripción de Ejercicio Físico durante el embarazo mostró que a la hora de establecer una rutina , debe tenerse en cuenta diversas consideraciones previas sencillas, pero de vital importancia:
Al día de hoy todavía un gran número de embarazadas desconoce la información básica referente a la relación positiva entre ejercicio físico y embarazo y además muchos son los médicos y personal de salud que no estimulan a sus pacientes en forma clara y contundente para que practiquen ejercicio físico en forma rutinaria.
En general, se ha observado que el feto tolera bien el ejercicio materno. Sin embargo, un menor flujo sanguíneo hacia el útero puede disminuir el oxígeno que recibe durante o inmediatamente después de una actividad física de corta duración y de intensidad máxima o cercana al máximo. También se ha relacionado la disminución de la frecuencia cardíaca fetal con el ejercicio materno, principalmente en embarazadas sin adecuado acondicionamiento físico.
En general, se considera que en mujeres sanas, que continúan haciendo esfuerzos moderados, no hay peligro para la salud de feto.
Se ha observado que, en mujeres con buena condición física y que siguen manteniendo su actividad durante el embarazo, el desarrollo psicomotor del feto es superior, con mejor maduración nerviosa.
También se han observado beneficios en los perfiles de humor de los bebés respecto a las madres sedentarias: responden mejor ante estímulos ambientales y a los estímulos luminosos, y tienen una cualificación de la organización motora según la escala de humor de Brazelton.
Ciertos deportes son seguros durante el embarazo, incluso para los principiantes:
Con algunas actividades, como la gimnasia, esquí de agua y montar a caballo hay un riesgo elevado de caerse, que en algunos casos puede causar lesiones. Estas actividades también deben evitarse durante el embarazo.
E mbarazo y ejercicio es un motivo de consulta prenatal frecuente. Si todo transcurre sin problemas y sin contraindicaciones médicas, el ejercicio físico personalizado, combinando a un programa de acondicionamiento neuromuscular y cardiovascular, resulta altamente recomendado.
Durante décadas el tema de Embarazo y Ejercicio ha generado muchos debates y controversias, sin embargo hoy en día la gran mayoría de sociedades médicas así como los estudios de investigación apoyan y recomiendan el ejercicio durante el embarazo, siempre y cuando sea supervisado por tu médico y personal de salud con el entrenamiento y conocimientos adecuados.
No es igual una deportista de élite, que quizás puede mantener una rutina de entrenamiento muy por encima de aquella indicada en pacientes sedentarias, o poco habituadas al ejercicio físico antes del embarazo.
(Noticia: Cuánto ejercicio debo hacer si estoy embarazada)
No existe una norma exclusiva para todas las pacientes, la rutina de ejercicios debe ser individualizada y adaptarse siempre al perfil específico de cada embarazada.
Un estudio de la Universidad de Córdoba sobre la prescripción de Ejercicio Físico durante el embarazo mostró que a la hora de establecer una rutina , debe tenerse en cuenta diversas consideraciones previas sencillas, pero de vital importancia:
Al día de hoy todavía un gran número de embarazadas desconoce la información básica referente a la relación positiva entre ejercicio físico y embarazo y además muchos son los médicos y personal de salud que no estimulan a sus pacientes en forma clara y contundente para que practiquen ejercicio físico en forma rutinaria.
En general, se ha observado que el feto tolera bien el ejercicio materno. Sin embargo, un menor flujo sanguíneo hacia el útero puede disminuir el oxígeno que recibe durante o inmediatamente después de una actividad física de corta duración y de intensidad máxima o cercana al máximo. También se ha relacionado la disminución de la frecuencia cardíaca fetal con el ejercicio materno, principalmente en embarazadas sin adecuado acondicionamiento físico.
En general, se considera que en mujeres sanas, que continúan haciendo esfuerzos moderados, no hay peligro para la salud de feto.
Se ha observado que, en mujeres con buena condición física y que siguen manteniendo su actividad durante el embarazo, el desarrollo psicomotor del feto es superior, con mejor maduración nerviosa.
También se han observado beneficios en los perfiles de humor de los bebés respecto a las madres sedentarias: responden mejor ante estímulos ambientales y a los estímulos luminosos, y tienen una cualificación de la organización motora según la escala de humor de Brazelton.
Ciertos deportes son seguros durante el embarazo, incluso para los principiantes:
Con algunas actividades, como la gimnasia, esquí de agua y montar a caballo hay un riesgo elevado de caerse, que en algunos casos puede causar lesiones. Estas actividades también deben evitarse durante el embarazo.